viernes, 10 de mayo de 2013

Las Diferencias Sociales y el Comportamiento



A lo largo de esta unidad hemos visto a un ser humano disuelto en un complejo social que le determina en su comportamiento. Ahora bien, nos equivocaríamos si concibiéramos a esa sociedad como una masa homogénea. Por el contrario, la sociedad es un cuadro multicolor de infinitos matices; en su interior encontramos a la sociedad conformada por innumerables comunidades que se interrelacionan, se abren espacios, se desplazan, se integran, se oponen, se niegan, se aceptan, se desconocen, conviven, se pelean o destruyen; algunas desaparecen mientras que otras se constituyen unas; algunas nacen para desaparecer inmediatamente sin ocasionar cambios, otras marcan o modifican profundamente a la sociedad, tanto que ésta no vuelve a ser la misma.

Pero la medición de fuerzas que las comunidades, grupos o individuos no sólo da origen a este caos de reacciones que hemos enunciado someramente, también es la razón del orden social; es una especie de orden dentro del caos que está dado por la fuerza que ejerce una de las partes sobre la otra. En una sociedad como la nuestra, los gremios de origen burgués, padres del Estado liberal moderno, han encarnado sus intereses en las leyes de la República, de tal manera que las fuerzas coactivas del Estado: policía u ejército, protegen la propiedad privada o el derecho a la libre empresa. El resultado es una sociedad que se estratifica a partir del juego de poderes que se da en su interior.

A lo largo de este capítulo veremos algunos de aquellos vectores de lo social que terminan por influenciar claramente la vida personal. Bienvenidos a este último capítulo.

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